Cuidados de las Calas dentro de Casa
Solemos pensar en ellas como parte de nuestras plantas de exterior y, sin embargo, no es el único lugar en el que podemos disfrutarlas. Tenerlas en interior pasa por conocer los cuidados de las Calas dentro de casa. Unos que difieren mínimamente de su cultivo en el jardín, pero que conviene conocer en detalle. Y no solo para garantizar su bienestar sino, sobre todo, para conseguir su floración. Uno de los principales motivos para optar por estas flores, también, como parte de nuestras plantas de interior.
A pesar de su sencillez, la Cala o Lirio de agua es una de las flores más decorativas que existen. Una razón de peso para que sea la elegida tanto para llenar de vida jardines o balcones como para protagonizar composiciones florales tan importantes como los ramos de novia. No es, únicamente, su belleza lo que la hace tan popular. Además y siempre que cumplamos con los cuidados de las Calas, es sumamente generosa tanto en el número de flores como en el tiempo que podremos disfrutarlas. Porque esa es, precisamente, otra de sus virtudes: florecer ininterrumpidamente desde la primavera hasta entrado el mes de octubre.
Ya sea porque nos fascine su flor o porque busquemos plantas fáciles de cuidar, veamos en detalle cómo disfrutar de esta belleza natural dentro de casa. Una tarea que no entraña una gran dificultad, pero que conviene conocer a fondo.
6 CLAVES DEL CUIDADO EN INTERIOR
Como sucede con otras muchas plantas, conocer de dónde son nos permite hacernos una idea de sus necesidades.
A pesar de que la Cala es una planta de carácter popular, lo cierto es que sus orígenes son sudafricanos. Algo que nos da una pista de hasta qué punto tener Calas dentro de casa es viable. Un espacio en el que deben vivir si, además, nuestro clima es especialmente frío en los meses de invierno.
Aunque la Cala es una planta capaz de aguantar heladas moderadas, su rizoma puede morir con heladas rigurosas. Por ello y si el clima en el que vivimos es así, es conveniente plantarlas en macetas para que pasen el invierno como parte de nuestras plantas de interior. Solo así tendremos la garantía de que vuelvan a rebrotar con la llegada de la primavera.
Además y a pesar de la idea que tenemos en mente de la Cala, conviene saber que el blanco no es su único color. Si bien es el más popular, lo cierto es que es posible disfrutar de esta hermosa planta en tonos tan llamativos como el naranja, el amarillo, el rosa o el burdeos. Una variedad en la que es imposible no encontrar el ideal para completar el aspecto de nuestra casa.
1. La luminosidad, fundamental
Es, sin lugar a dudas, uno de los aspectos que debemos mimar tanto para que nuestra planta florezca en condiciones como para que las flores se mantengan en el tiempo. Para cumplir con los cuidados de las Calas, lo ideal es colocarla en un espacio en el que reciba mucha luz preferiblemente indirecta.
Cuidado con esto: aunque su emplazamiento ideal sea cerca de una ventana, no es la mejor idea si vivimos en un clima muy cálido. No solo puede arruinar antes de tiempo la floración: también puede quemar nuestra planta.
2. El espacio de plantación, clave
Algo que debemos cuidar ¡y mucho! cuando disfrutamos de las Calas en macetas. Hablamos de una planta que exige un suelo rico en nutrientes; por lo que conviene mezclar el sustrato universal con una enmienda sumamente nutritiva. Para ello, basta con conocer cómo usar el humus de lombriz correctamente e incorporarlo a la mezcla.
Pero no es lo único que debemos cuidar para que nuestras Calas gocen de buena salud. Además de contar con la nutrición que demandan, estas plantas de rizoma exigen un suelo ligero y con un buen drenaje ya que no soportan el encharcamiento. Evitarlo pasa por incluir en la mezcla una parte de fibra de coco.
3. La temperatura, uno cuidados que debemos vigilar de cerca.
Solemos creer que una planta que necesita buena luz también necesita calor, y desde luego en el caso de las Calas nada más lejos de la realidad. Para cuidar de su bienestar, el rango de temperatura ideal debe oscilar entre los 14 y los 20 grados.
Si bien es importante para la salud de la planta, es además un factor que debemos mimar en época de floración. De no estar fresca, nuestra Cala arruinará sus flores antes de tiempo.
4. El riego, la tarea más exigente en el cultivo de esta planta.
Decíamos que las Calas demandan un buen drenaje, y basta con conocer sus necesidades de hidratación para comprenderlo. Hablamos de una planta amante de la humedad, por lo que tendremos que mantenerla de forma constante evitando en todo momento que se seque el sustrato.
Eso sí: no confundamos regar con inundar. No le sentará nada bien.
5. El abonado, otro detalle a mimar en los cuidados de las Calas en maceta
El último de los cuidados de las Calas que tendremos que atender si queremos que nuestra planta florezca en condiciones. Recordemos que es una planta con una gran demanda de nutrientes, por lo que cultivada en maceta necesitará una dosis regular de fertilizante liquido.
Para que nuestra planta tenga lo que necesita, lo ideal es aplicar un abono para plantas de flor cada 15 días, diluido en el riego y desde el inicio de la primavera.
¡Y sí! Los cuidados de las Calas hacen que sea sumamente fácil disfrutar de ellas dentro de casa. Una planta que, con muy poco, nos regala mucho.
Origen de la informacion: Verdecora.es