Enfermedades del Tomate

El tomate es uno de los cultivos más habituales en cualquier huerto, especialmente en los de tipo urbano. La tomatera es una planta cuyos cuidados están al alcance de todo el mundo y sus frutos se pueden disfrutar en tantas recetas y de tantas formas que es difícil resistirse a plantar unas cuantas para beneficiarnos de su cosecha.

Sin embargo, también es una planta que tiende a ser atacada por algunas plagas y enfermedades, dado que está tan extendida actualmente. Por eso, es importante conocer bien cuáles son sus enemigos para poder combatirlos adecuadamente.

Plagas del Tomate

Existen diversas plagas de las tomateras que afectan a la planta entera, desde el tallo y las hojas hasta los propios frutos. Aquí te explicamos las más comunes:

La araña roja: provocado por Tetranychus urticae, se trata de una de las principales plagas de las tomateras. 

Estos pequeños arácnidos de tonos rojizos o amarillentos, como su nombre indica, son de muy pequeño tamaño y atacan a la planta succionando sus jugos celulares para alimentarse. 

El resultado es que las zonas afectadas de la planta se vuelven amarillentas y se acaban necrosando. 

Cuando hay muchas, forman telarañas fáciles de identificar que llegan a usar para viajar entre plantas.

La mosca blanca: provocado por Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci, la mosca blanca pone sus huevos en el envés de las hojas jóvenes de la planta, para que luego las larvas se alimenten de ellas. 

Directamente le hace daño a la planta, pero indirectamente lo que hace es favorecer la proliferación de negrilla. 

Por otro lado, te dejamos este artículo sobre la Mosca blanca.

Pulgón en las tomateras: provocado por Aphis gossypii y Myzus persicae, aparece en primavera y otoño (pueden ser de color rojo o negro o amarillo). 

La manera en la que actúan los pulgones en las tomateras es formando colonias y distribuyendo pequeños focos. 

Además, es muy típico en gran variedad de plantas.

Los trips: conocido bajo el nombre científico de Frankliniella occidentalis, ponen sus huevos en los frutos, hojas y flores por dentro del tejido vegetal. 

Es en este lugar donde realizan grandes puestas de huevos y donde se encuentran las poblaciones de adultos.

Minadores de hoja podemos hablar de cuatro tipos distintos de minadores de hoja, donde nos encontramos con Liriomyza trifolii, Liriomyza bryoniae, Liriomyza strigata y Liriomyza huidobrensis

Todos ellos hacen la puesta en el interior de las hojas jóvenes, desde donde la larva excava alimentándose. 

Es aquí donde presenciamos las galerías típicas.

Orugas la última de las plagas del tomate la ocasionan las distintas especies de orugas. 

Todas ellas colocan sus huevos en las hojas de la tomatera, en la parte del envés, y mientras las larvas van creciendo se alimentan de dichas hojas.

Enfermedades del Tomate

Ahora que ya hemos visto algunas de las plagas del tomate y fotos, vamos a fijarnos en las enfermedades de las tomateras que son más comunes. 

Nos encontramos las siguientes:

Oídio: es un problema originado por el hongo Leveillula taurica que hace aparecer manchas amarillas, blancas y/o marrones en las hojas, haciendo que estas se arruguen y sequen.

Podredumbre gris: es ocasionada por el hongo Botrytis cinerea que hace aparecer manchas de color pardo o grisáceo en las hojas, tallos y flores, que además provoca una podredumbre húmeda y blanda en los frutos.
Antracnosis: provocada por el hongo Discula destructiva, aparece durante la maduración de los frutos, en forma de manchas con aspecto de podredumbre, que aumentan en tamaño con el tiempo, haciendo los tomates no útiles para su consumo.
Mildiu: bajo el nombre científico de Phytophthora infestans, otro hongo que afecta a la tomatera en todas sus fases de desarrollo y hace aparecer manchas de aspecto húmedo por todas sus hojas y tallos.
Alternariosis: la última de las enfermedades de los tomates la provoca la Alternaria solani, que genera manchas circulares con anillos concéntricos, que acaban provocando zonas afectadas de color oscuro y alargado y zonas oscurecidas y hundidas en los frutos.

Cómo prevenir enfermedades del tomate ecológicamente

Para terminar, ofrecemos varios consejos para tratar y prevenir plagas y enfermedades de los tomates. Vamos a hablar específicamente de algunos de ellos a continuación:

Mildiu del tomate

Para evitar el ataque de este hongo es necesario que el cultivo del tomate disponga de una buena ventilación, con las plantas lo bastante separadas entre sí. Esto es especialmente importante cuando hablamos de enfermedades del tomate en invernadero, ya que es aquí donde la ventilación es más escasa y el hongo puede aparecer más a menudo. Hay que procurar que nunca quede agua estancada en las hojas de la planta.
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Alternariosis

Cuando hablamos de alternariosis, nos referimos a una de las enfermedades del tomate por exceso de humedad, por lo que para prevenir su aparición debes evitar que la humedad ambiental en la cosecha se mantenga demasiado alta, además de mantener el cultivo limpio. Si aparecen síntomas de plantas o frutos afectados, retíralos de inmediato.

Oídio

Como con las plagas, con el oídio lo más importante es una buena higiene del cultivo, sin materia orgánica que se descomponga o atraiga a elementos patógenos. También es importante retirar todas las malas hierbas.
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Pulgón

Si tus tomates sufren el ataque del pulgón, las infusiones de ajo espolvoreadas sobre la planta son una muy buena forma de luchar contra la plaga de forma ecológica. Si lo que quieres es prevenir su aparición, es importante asegurarse de limpiar el huerto de malas hierbas y restos de otras plantas cultivadas, y mantener bajos los niveles de humedad.

Araña roja

Las medidas para prevenir la aparición de la araña roja son las mismas que con los pulgones. Ten en cuenta que estas aparecen cuando las temperaturas son muy altas, así que sé especialmente cuidadoso en los meses más cálidos. Además, evita los abonos con demasiado contenido de nitrógeno.

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Mosca blanca

Una vez más, lo importante es mantener una higiene lo más estricta posible en nuestro huerto, retirando cualquier resto de materia orgánica tanto del tomate como de cualquier otra planta. Además, conviene no abonar a final de ciclo, para evitar así que los ejemplares adultos se vean atraídos a los brotes jóvenes.

El articulo es extraido de ecologiaverde.com

Por Mª Belén Acosta